En Caldas, esta expresión se usa para referirse a cuando alguien está hablando mucho sin decir nada importante. Vamos, como rezar pero del verbo charlar.
Deja de echar tanta cháchara y ayúdame con el guaro.
Conversar sin parar sobre cualquier tema, muchas veces contando historias exageradas mientras te tomas un tinto bien recalentado.
Nos sentamos en la plaza a echar cháchara hasta que el parque casi se nos va de las manos.