Expresión que se utiliza cuando alguien está muy molesto o a punto de explotar de enojo, similar a la imagen de un toro furioso.
Cuando le dije que había perdido las llaves del auto, Juan empezó a echar humo como una locomotora vieja.
Expresión usada cuando alguien está contando chismes o rumores con saborcito a lava, nada confirmados pero bien sabrosos.
Ayer en la plaza Juanito estaba echando humo sobre el nuevo romance del profe de matemáticas.