Expresión usada para referirse a cuando alguien habla mucho, generalmente con más adornos que un árbol de Navidad.
No te pongas a echar tanto rollo, mejor dime si llegaste o no al partido.
Técnica muy mexicana de hablar mucho sin decir nada en concreto, a veces usada para impresionar o ganar tiempo, como si lanzaras tortillas verbales al aire.
Ayer el profe se puso a echar rollo sobre la historia del nopal y casi me duermo.