Expresión utilizada para describir el malestar típico después de una intensa noche de fiesta, similar a tener una resaca.
Parce, no me hables duro que estoy enguayabado después del rumbeo de anoche.
No es que te haya salido un guayabo en la frente; significa estar de bajón o triste después de una decepción amorosa, pero ojo, también aplica si el despecho viene tras una rumba épica.
Juanito no ha salido de su casa todo el día porque anda enguayabado por esa pelada que lo dejó.