Cuando alguien no coordina bien por estar pasado de copas, como si tuviera un martillo retumbando en la cabeza.
Después de tantas cervezas, el Cecilito está martillado y lo único que hace es reírse solito.
Expresión que se usa para referirse a alguien que está muy borracho o pasado de tragos, como si le hubieran dado más vueltas que un taladro sin control.
Después de la fiesta en Dosquebradas, el Juan estaba tan martillado que intentó abrir la puerta de su casa con una papa.