Aquí no nos andamos con rodeos; si eres de piel clara y cabello rubio, te llamaremos 'güero', aunque te llames Juan.
Oye güero, pásame una chela del refri antes de que empiece el partido.
En Tabasco, a cualquiera que no sea tan moreno como el chocolate derretido se le dice 'güero', una forma amigable de recalcar su 'inusual' palidez.
Apúrate güero, que si nos calienta más el sol terminamos todos bronceados como tú.