Acción de quedarse por ahí sin hacer nada, como un mueble más en la sala. Se usa para describir a alguien que está de lo más relajado o perezoso.
El sábado pasado me quedé muebleando en casa todo el día, ni para darme cuenta de que estaba vivo.
Hacer que alguien espere una eternidad o andarlo dando vueltas sin llegar a nada concreto, como esos muebles que nunca se mueven.
No me andes mu bleando, si vas a venir, avísame de una vez.