Manera cariñosa y coloquial de referirse a un niño o alguien joven. En Boyacá, los pelaos son esos terronitos de alegría que siempre andan por ahí causando risas (y a veces dolores de cabeza).
¡Ese pelao no se queda quieto ni un segundo, ya rompió tres macetas y lleva cinco chocolates encima!
Así le dicen en el Cesar a los adolescentes, esos que siempre parecen estar 'en la jugada', aunque estén perdidos.
Ese pelao se las da de muy padre bailando vallenato, pero sale con dos izquierdas.
Forma cariñosa y algo traviesa de llamar a los jóvenes o niños, que están siempre metidos en alguna travesura.
Ese pelao se pasa todo el día jugando fútbol hasta que se le acabe la tinta del sol.
Forma cariñosa y coloquial de referirse a un chico joven o adolescente, especialmente cuando hace alguna travesura.
Ese pelao se la pasa haciéndole chistes al profe en plena clase, hasta que todos terminan muertos de risa.
Forma cariñosa y relajada de llamar a los jóvenes o niños. Si alguien te llama 'pelao', no te pongas bravo, ¡es con amor panameño!
Oye pelao, ¿cuándo me vas a devolver ese libro que te presté hace como tres meses?