Expresión seria (con algo de picardía) para asegurar que se está diciendo la verdad, como quien hace una promesa sagrada pero con el toque local.
Si te digo que llego en cinco minutos, ¡te lo juro por Cojedes!
Expresión para referirse a alguien que intenta rehacer algo muchas veces sin éxito. Como cuando pones una taza en la mesa y siempre se cae.
Chamo, deja de tratar de arreglar eso tú mismo, ya llevas cuatro horas y sigues peor. ¡Estás hecho un morroco!
Expresión usada para describir a alguien que es extremadamente insistente o pegajoso. Hace referencia a cómo la leche de burra, cuando se derrama en el suelo, tarda en secar y despegar.
Ese hombre está pegáo como leche 'e burra detrás de ella desde que llegó al pueblo.
Dícese de alguien que se escapa de dar su aporte o ayuda en las faenas del llano, evadiendo el trabajo duro como si fuera invisible.
Ese Juan es un esqueleto, siempre desaparece cuando hay que marcar los terneros.
Una situación tan repleta de enredos que ni en una telenovela venezolana la podrían descifrar; básicamente un despelote de aquellos.
Después del chisme que armó María en la fiesta, aquello se volvió un arroz con mango digno de serie.
Se usa para describir a alguien que parece estar siempre despistado o fuera de lugar, como si todo el conocimiento del mundo lo hubiera evitado adrede.
Ese chamo siempre anda desinstruido, ayer intentó vender hielo en el Polo Norte.
Frase coloquial usada para referirse a alguien que está echando cuentos exagerados o embustes, como quien echa flores pero en versión llanera.
No le creas nada a Juancho, ese siempre está montando gallo diciendo que se ganó la lotería.
Dícese de alguien que se ve amargado, pero es pura dulzura una vez que lo conoces. Como el sabor sorpresa de algunas mandarinas.
Mira a Juan, siempre con su cara de pocos amigos, pero en realidad es un limón dulce. Te cuento que ayer me ayudó sin preguntar nada.
Frase usada para describir a alguien que está súper enamorado o con un crush tan fuerte que no ve más allá de sus narices.
Desde que conoció a Jessica, Ricardo anda arropao y se le olvida hasta el cumpleaños de su mamá.
Manera de referirse a la cabeza, especialmente usada cuando uno anda un poquito pasado de vueltas y no le cae bien el agua.
¡Epa, pana! Anoche te viste bien loco en la fiesta, ¿cómo amaneció ese caletre?
Forma coloquial de invitar a alguien a pensar o reflexionar sobre algo. Ideal cuando tu amigo parece tener el cerebro en piloto automático.
A ver si logras arreglar ese lío con la suegra; ponte las pilas y dale al coco.