El sapucay es un grito característico del chamamé correntino. Más que un sonido agudo, es el alma de la fiesta rompendo en alarido cuando la música te pega fuerte.
Cuando escuchó el acordeón, Pepe largó un sapucay que hizo vibrar todo el rancho mientras todos lo miraban bailar.
Un grito festivo y lleno de emoción típico en celebraciones o momentos de alegría extrema; básicamente, cuando las palabras se te quedan cortas.
Cuando Juan ganó el campeonato, pegó un sapucay que se escuchó hasta en la otra cuadra.