No es un hot dog cualquiera, es ese perrito perfecto que te encuentras en la calle a media fiesta. Sucio, grasoso y el mejor amigo de tu madrugada.
Después del chonguengue anoche, lo único que me salvó fue un shuco en la zona viva.
Literalmente significa sucio, pero un 'shuco' es también un delicioso hot dog callejero lleno de ingredientes que crean una explosión de sabor y alegría en tu boca (y posibles consecuencias para tu estómago).
Anoche me fui a comer un shuco con los cuates después de la fiesta; al final era más cerveza en mi estómago que salchicha.