Expresión usada cuando alguien está chismeando o divulgando rumores como si fuera el único DJ del pueblo.
Cuando María se enteró del nuevo romance de Juan en el vecindario, no tardó dos minutos en sonar la matraca.
Expresión usada para referirse a una persona que habla demasiado o está diciendo cosas sin sentido, como si estuviera haciendo ruido con una matraca interminable.
¡Dejá de sonar la matraca, pibe! Ya entendimos que tu perro sabe bailar cumbia.