En Cantabria, un tocho es cualquier cosa robusta y grande, pero también se usa para referirse a una cantidad excesiva de algo con el mismo tono despreocupado con el que se hablan los cántabros. Puedes tener un tocho de papeles o comer un tocho de rabas.
¡Joder, tengo un tocho de deberes para mañana y todavía no he empezado!