Es el arte de dar golpecitos ligero a alguien, muchas veces con cariño y otras solo por molestar. Usado mucho entre amigos para bajar la tensión o como broma.
No me pongás nervioso que si no te voy a cascar un poquito pa' que te calmes.
Hablar o charlar.
Vamos a cascar un rato en el parque.
Usada para criticar o hablar mal de alguien, como si le estuvieran pegando con cáscaras (imaginarias) por lo increíblemente mal que está haciendo algo.
No pararon de cascarlo por llegar tarde a la reunión: dicen que hasta los perros del vecino llegaron puntuales.