En Risaralda, decir que alguien está 'congelado' es otra forma de llamar a esa persona despistada o lenta para reaccionar. Es como si su cerebro estuviera atrapado en un invierno eterno.
¡Ay, hombre, Julián siempre está congelado cuando le pido que me pase la sal en el almuerzo!
Dicen que cuando alguien se queda sin palabras por un momento incómodo o una metida de pata, se le 'congela' el cerebro. Como cuando te preguntan algo incómodo en plena junta y pones cara de venadito asustado.
Le preguntaron sobre su ex en la cena familiar y se quedó bien congelado, ni chía podía articular.