Frase usada para mostrarle a alguien su verdadera cara o intenciones, especialmente cuando se demuestra que alguien no es tan buena gente como parecía.
Ese compadre me caía bien, pero después de que me dejó plantado en mi propia fiesta ya enseñó el cobre.
Expr. Cuando alguien muestra su verdadera personalidad, generalmente para mal, dejando de fingir lo que no es.
Lucía parecía súper amable hasta que le dijeron que tenía competencia; ahí fue cuando enseñó el cobre.