Sentirse avergonzado o inseguro.
Se chivió cuando le preguntaron por su ex, se puso rojo como un tomate.
Cuando alguien está muy preocupado o angustiado por algo pero lo niega a morir. Dicen que están tranquilos, pero se les nota el nervio desde el Malecón hasta Chan Chan.
Aunque decía que todo estaba bajo control, estaba más chiviado que gallina en olla ajena.