Ponerse en tal estado de fatiga que más que mortal es una jata mortal; cuando estás tan cansado que te sientes el héroe derrotado de una telenovela.
Después del partido de fulbito con los patas, me quedé jameado en el sillón todo el domingo.
Acto de comerse toda la comida disponible sin dejar nada para nadie más, típico de los fines de semana en familia o reuniones con amigos.
Ayer Luis se jameó todo el arroz con pollo y nos dejó a todos con hambre.