Expresión utilizada cuando alguien se pone a platicar extendidamente, generalmente sobre chismes o temas cotidianos que no acaban nunca.
Nos quedamos echando el chal afuera de la casa hasta que nos congelamos con este aire norteño.
Actividad placentera de charlar largo y tendido, normalmente sobre chismes o asuntos cotidianos. Se dice que es más vigorizante que una siesta bajo la sombra del jacarandá.
Ayer, después de las enchiladas, nos quedamos tres horas echando el chal hasta que salió la luna.
Frase utilizada para referirse a tener una buena, larga y detallada plática con tus cuates sobre todo lo que ha pasado en la vida, desde chismes hasta política.
Ayer nos quedamos echando el chal en la cochera hasta las tres de la mañana, ni cuenta nos dimos del tiempo.
Expresión utilizada para referirse a un buen rato de chisme y charla entre compas o comadres, preferentemente con cafecito en mano.
Ahorita vengo, voy con la vecina a echar el chal al jardín.
Expresión que se usa para referirse al cotilleo imparable y desenfrenado entre amigos con un cafecito de por medio.
Nos quedamos hasta tarde en la terraza echando el chal, se nos olvidó el tiempo y mi mamá me regañó.
Frase que significa irse de chisme con los amigos mientras te tomas algo y disfrutas del momento. No tiene nada que ver con un chal literal.
Después de trabajar, vamos a la plaza a echar el chal y ponernos al día con las últimas noticias.
Expresión para referirse a cuando te sientas con alguien a platicar largamente, especialmente de chismes jugosos y detalles sabrosos.
Ayer me fui al cafecito con Mariana solo a echar el chal; acabamos rajando sobre la última novela de la vecindad.
Ponerse al día en chismes y pláticas largas con alguien, mientras se relajan juntos, igual que ponerse un chal.
Ayer me puse a echar el chal con la vecina y terminamos arreglando el mundo.
Expresión usada para referirse a una charla o chismeo extenso, normalmente en un ambiente amigable y relajado, como cuando dos compas se sientan en la banqueta a ponerse al día después de no verse desde la primavera.
Nos quedamos en el zócalo echando el chal hasta que nos reíamos tanto que ya ni escuchábamos las campanas de la iglesia.
Término usado para describir una charla divertida y chismosa entre amigos o vecinas, con un toquecito de drama veracruzano.
Después de la comida nos sentamos en la plaza a echar el chal sobre las últimas novedades del barrio.