Cuando algo se pone complicado o difícil de manejar, tanto que hasta a Hulk le costaría un puchito.
La prueba de matemáticas está tan peluda que parece escrita por Einstein después de una noche de carrete.
Se usa para decir que algo está complicadísimo o más difícil que morderse una oreja.
¡Uy, parcero! Ese examen de matemáticas está peludo.