Expresión característica de Extremadura que significa estar extremadamente cansado, como un pescado fuera del agua.
Después de la jornada en el olivar, me he sentado y estoy mu ganao, ni pa freír un huevo me levanto.
Cuando alguien está todo dedicado o empeñado en una tarea, sin distracciones ni pausas; como si hubiera hecho un juramento de vida o muerte.
¡Madre mía, Paco está de jurao con ese proyecto! Ayer se olvidó hasta de cenar por estar currando.
Dícese de algo, especialmente comida, que ha sido cocinado hasta quedar más negro que la noche sin farolas.
¡Madre mía, Paco! ¡Ese filete está más achicharrao que el asfalto en agosto!
Expresión utilizadísima cuando alguien está más confundido y despistado que un trapo en casa ajena, porque no sabe ni dónde lo han puesto.
Ayer Juan tuvo un examen sorpresa y salió de clase ir más rallao que un trapo de cocina, no sabía ni qué día era.
No, no es un plato típico (aunque también lo es), es como los extremeños llaman a una fiesta improvisada en la que se junta todo el mundo de repente. ¿Un martes? ¿Sin planificar? ¡Pues claro!
Ayer nos fuimos a la plaza y acabamos montando una chanfaina con guitarra y vino, ¡hasta el cura se apuntó!
Esa comida que te dejan temblando de lo buena y abundante que está. Un homenaje a la gastronomía extremeña, donde todo lo que se sirve tiene sabor y cantidad digna de un banquete.
Anoche en la fiesta del pueblo, me puse las botas con el menú del tambor: ¡no podía ni moverme de tanto comer! Ojo, hasta postre y orujo para rematar.
Expresión usada para decir que alguien está muy pasado de rosca o completamente loco. Si te llaman así, es que estás más perdido que una cabra en un garaje.
¡Madre mía, Juanito! Después de caerle al vino anoche, está hoy como una auténtica carrasquilla.
Expresión curiosa para referirse al dinero, que evoca nostalgia de las antiguas pesetas, porque ¿quién no quiere tener una perra gorda en el bolsillo?
Chacho, cuando pague la ronda me quedo sin una perra gorda pa'l finde.
Expresión utilizada para escapar rápidamente de una situación incómoda o aburrida, como si te perdieras entre las encinas y alcornoques sin dejar rastro.
Cuando vino la suegra con el álbum de fotos del bebé, mi hermano tiró pal monte como alma que lleva el diablo.
Usado para decirle a alguien que se calle o deje de molestar, especialmente cuando está diciendo tonterías.
Venga, Pedrito, si no sabes de lo que hablas mejor tápate y déjanos comer tranquilos.
Expresión que se utiliza para describir la acción de disfrutar algo sin tener que pagar o trabajar por ello, como quien va a una fiesta y come gratis.
Ayer fui al concierto y me colé en el backstage. ¡Estuve todo el rato de gañote comiendo jamón del bueno!
Expresión para describir a alguien que se ha puesto guapo, elegante, o que ha rejuvenecido de repente. Como si hubieran pasado por un cambio de imagen mientras dormías la siesta.
Cuando Paco llegó a la boda con ese traje nuevo, todo el mundo le decía: '¡Madre mía, Paco, estás pa'renovao!'
Expresión usada para describir a alguien que se cree más de lo que es, o está demasiado ocupado pavoneándose.
Míralo al Paco, va todo estirao porque sacó un cinco en el examen, está toíno perdío.
Término cariñoso y un tanto jocoso para referirse a una chica que es un poco bruta o ingenua, pero con todo el salero de la tierra.
¡Eres más cazurra que un bocao en ayunas, pero por eso te quiero, prima!
Literalmente comer en exceso, pero en Extremadura es lo que haces cuando arrasas con todo en una comida familiar. Olvídate de la dieta, esto es placer en estado puro.
Ayer me pegué un jartón de migas con chorizo, que hoy no me puedo ni mover del sofá.
Dícese de alguien que se está comportando muy aburrido, más soso que una sopa sin sal.
El Juan estaba ayer en la fiesta más serio, ¡vamos, parecía que estaba como un plomo!
Expresión que implica animarse a hacer algo sin pensarlo demasiado, como cuando un cerdito se emociona por un poco de comida. Una forma extremeña de decir 'echárselo al hombro'.
Venga ya, ¡anímate el cueco y márcate un flamenco en medio del bar!
Vino casero, generalmente dulce y de alta graduación, que puede dejarte más doblado que un churro si te descuidas.
Ayer fuimos a casa de la abuela, nos invitó a pitorra y terminamos bailando con las cabras en el corral.
Dícese de alguien que está totalmente sorprendido o anonadado, casi noqueado por algo que le ha impactado. Vamos, que se queda como si hubiera visto a un cerdo volando.
Cuando vio lo guapo que había quedado su amigo después del corte de pelo, se quedó flipao como una zapatilla.
Expresión que se refiere a cuando alguien se acomoda tanto en un lugar que parece que va a quedarse allí para siempre, al igual que las raíces de una planta.
Ese tío lleva tanto tiempo en el bar que va a echar raíces en la taberna del Manolo.
Expresión típica para decir que alguien tiene un hambre voraz, como si le faltara poco para devorar lo que tenga por delante.
Después de toda la mañana en el campo, vuelvo a casa a tres cuartos de chicha, ¡me comería hasta el mantel!
Significa estar agotado, que no das más. Es como si te hubieras enrollado como un churro y ya no sirvieras para nada.
Después de currarme ocho horas en la huerta, llegué a casa hecho un cuatro y me tiré en el sofá hasta el día siguiente.
Expresión utilizada para quejarse de un calor sofocante. 'Mierte' es una deformación de 'muerte', dando a entender que uno se siente al borde del colapso por las altas temperaturas.
Hoy no he salido ni a comprar el pan, ¡qué mierte de calor hace en la calle!
Expresión usada para describir a alguien que está en un estado de incertidumbre o despistado, sin saber muy bien qué hacer. Como si estuviera entre la espada y la pared, pero con menos dramatismo.
Desde que lo dejó su novia, Paco está 'asina', no sabe ni por dónde le da el aire.
Mote simpático para referirse a unas gafas con cristales tan gruesos que brillan como un faro, y alguno dice que hasta queman hormigas con ellas.
¡Cuidado, Miguelón se ha puesto los brillotes, vamos a quedar cegados en el recreo!
Expresión simpática para describir algo o alguien que no es precisamente agraciado, comparándolo con un crack sin gracia de tapas en tiempo de feria.
¡Vaya cochazo te has pillao! Aunque el color es feo como un truco.
Usar energía desorbitada pero en tareas de poca monta, tipo barrer la pradera, que no es nada fácil.
Me pasé toda la mañana esmandranchando el corral y acabé más cansado que un perro en misa.
En Extremadura, cuando alguien habla de 'jincar', no está pensando en clavar un clavo, sino darle duro al trabajo, con ganas y sin miedo.
Hoy toca jincar bien fuerte pa' acabar la obra antes del viernes.
En Extremadura, 'terrible' se usa irónicamente para decir que algo es sorprendentemente bueno o impresionante.
Esa caldereta de cordero estaba terrible, no he comido nada igual en mi vida.
Forma ingeniosa y rápida de llamar al microondas, demostrando la efectividad extremeña para acortar palabras innecesarias.
¿Me calientas el gazpacho en el microo? Que tengo más hambre que un lobo en ayuno.
Persona que se pone muy pesada, cansina y no para de dar la lata. Vamos, el colega que no sabe cuándo parar.
¡Vaya tío jartible! Lleva toda la tarde dando la chapa con que quiere ir a hacer senderismo por Cánovas.
En Extremadura, llamar a alguien 'majarra' es como decirle que está chiflado o un poco loco, pero todo de forma cariñosa y con gracia.
Ese Ángel está majarra perdío, ayer se puso a hablarle al olivo como si fuera su colega.
Expresión usada cuando vas a dar una vuelta por las tiendas, pero más para cotillear que para gastar dinero. Como ir de compras sin comprar.
Esta tarde me voy a echar un tiendazo con Maricarmen a ver qué se cuece por el centro.
Expresión usada cuando se espera que alguien realice una tarea imposible o absurda, básicamente es como decir 'buena suerte con eso'.
¿Vas a intentar convencer al jefe para que nos dé el día libre? Bueno, a ver si la mula da leche.
Expresión folclórica de Extremadura que se usa para describir cuando alguien está especialmente molesto o enfurruñado, generalmente por algo sin importancia.
No le hagas caso a Paco, hoy está roiendo la perra porque no encuentra su destornillador favorito.
Cuando alguien va dando caña (críticas o golpes figurados) sin miramientos, como si estuviera repartiendo panfletos en plena feria.
¡Vaya fiesta la de anoche! Juan se puso a repartir a diestro y siniestro críticas sobre los trajes de todo el mundo.
Término para referirse a algo exageradamente genial o impresionante. Literalmente no tiene mucho que ver con el color azul, pero en Extremadura nos gusta dar la vuelta al asunto.
¡Ese nuevo bar del pueblo es veibó, tiene hasta flamenco los viernes!
Dícese de alguien que se hace el tonto o distraído para pasar inadvertido, pero en realidad está al acecho para conseguir algo.
No te fíes de Pablo cuando pone esa carita de rana dulzona; seguro que ya trama cómo llevarse la última porción de tarta.
Expresión utilizada para indicar que alguien deja ver sus verdaderas intenciones, generalmente cuando intenta fingir o encubrir algo.
Deja de hacerte el bueno ayudando a todos, que se te ve el plumero queriendo impresionar a la jefa.
Expresión para describir a alguien que no puede estarse quieto, siempre moviéndose o inquieto como un zorro merodeando.
¡Chacho, estate tranquilo que estás más zorriquieto que un charco en agosto!
Expresión que denota algo deseado y beneficioso que llega en el momento justo, como una bendición para aliviar penas o problemas.
Me dieron la paga extra y llegó como agüita de mayo para apagar esta sequía en mi cartera.
Expresión utilizada para referirse a la acción de tomar una decisión importante o cerrar un trato, como si fuera el golpe final que asienta todo.
Después de tanto discutir los detalles del negocio, al final Paco le dio el martillazo y se quedó con la finca.
Dícese de alguien que está más perdido que un pulpo en un garage, siempre en su mundo y con la cabeza llena de pájaros.
No le preguntes a Carlos por las fechas del examen, el tío anda siempre empanao.
Se dice cuando alguien está esperando a que pase algo con impaciencia o mirando la hora constantemente. Es como si el reloj estuviera echando humo de tanto mirarlo.
Estaba echaíto el reloj, deseando que llegara la hora de irse pa casa.
Palabra utilizada para describir un golpe inesperado, tanto literal como figurativamente. Como cuando te encuentras con algo que no esperabas y te deja boquiabierto.
Llegué a casa y mi hermano me soltó de sopetón que nos vamos de vacaciones a Canarias.
Expresión usada cuando alguien tiene un pequeño secreto o chisme jugoso que no ve la hora de contar. Literalmente, estás bullendo por dentro.
¡Ay, tía, tengo un jachuco que contaros sobre lo que hizo el Alfredo en la fiesta!
Expresión típica para referirse a tomarse un descanso o apaciguarse después de una tarea ardua. Usada también para aconsejar que alguien baje las revoluciones.
Después de recoger todas las aceitunas, nos vamos al pueblo a echar el cerru y echarnos unas cañas.
Expresión que se usa para describir a alguien que da muchas vueltas sobre un tema sin llegar a ninguna conclusión, como si estuviera enredado. Es común usarlo para hablar de esos rollos infinitos que algunas personas sueltan.
¡Juan anda dándole más vueltas al asunto que un cabo suelto! No deja claro qué quiere.
Frase utilizada cuando alguien le añade más problemas o carga a una situación ya complicada. Es como si el pobre burro ya va despeinao de tanto peso y todavía le sumas más.
Juan, no eches más leña al burro que María ya está abrumada con lo del trabajo.
Es esa fase de somnolencia irresistible después de la comilona, cuando el sofá te llama como si fuera tu amante perdido.
Después del cocido, me entró una tentalera que no pude evitar pegarme una siesta de campeonato.
Expresión usada para animar, empujar o motivar a alguien a que se ponga las pilas y haga algo con ganas, similar al 'dale caña'.
¡Venga, agüele a recoger esas aceitunas antes de que se haga de noche!
Expresión usada cuando alguien está lleno de envidia hasta el punto de querer morderse a sí mismo. Porque a veces la envidia te carcome como un roedor.
Desde que vio mi nuevo coche, no ha dejado de roerse los codos cada vez que me ve pasar.
Dícese de una persona que no para quieta, siempre moviéndose y con energía a tope.
Esa María está marchosa como un electrón, no se pierde ni una juerga por el pueblo.
Aunque por estos lares pueda sonar a cerdo, en realidad se refiere a alguien desordenado o que tiene menos higiene que un cepillo de púas.
Tío, limpia la habitación que está más guarra que el establo del abuelo.
Forma coloquial y bien campechana de referirse al dinero, especialmente en moneda suelta, esos eurillos que siempre acabas perdiendo en el sofá.
Echa un euro pa' la máquina de café, que me he quedao sin perras.
Gastarse todos los ahorros del cerdito cual si la vida dependiera de ello. Se usa para describir un gasto desmesurado o algo aparentemente innecesario.
Cristina se dejó los cuartos comprando el jamón más caro en la feria; ¡ahora su cartera llora!
En Extremadura, 'achicar' no es solo hacer algo más pequeño, sino también tener el valor suficiente para enfrentarse a situaciones complicadas.
Me pidieron que subiera a decir unas palabras en la boda y tuve que achicarme y hablar, aunque con los nervios casi me muero.
Expresión que significa ligar o intentar conquistar a alguien, especialmente en eventos o fiestas donde hay mucha gente.
Anoche en la verbena estuviste haciendo la recolección con todos los del pueblo, ¿verdad?
Cuando algo es tan barato que sientes que en cualquier momento te lo van a regalar con un abrazo. Perfecto para esas gangas de mercadillo.
Vi un reloj guapísimo y estaba a perras chinas. No pude resistirme, me llevé dos.
Significa estar muy ocupado o enredado con mil cosas a la vez, como un pañuelo siempre atareado secando lágrimas o atrapando mocos.
Últimamente mi agenda está hecha un pañuelo; entre el trabajo, el gimnasio y las meriendas con la abuela no tengo ni tiempo de respirar.
Diminutivo cariñoso y simpático de 'bueno', usado para enfatizar que algo o alguien es especialmente bueno, mono o adorable. Se dice con todo el amor del mundo.
Ese perrito tan chiquitino es un buenico, siempre viene a saludar moviendo la cola.
Dícese de alguien que está cabreado o enojado hasta el punto de no poder disimularlo. Similar a andar con un cacho granito en los zapatos: molesto.
No le hables a Paco, que viene con la piedra desde que se le cayó el café en el coche.
Cuando alguien tiene un carácter más terco que una cabra con berrinche y no cambia de opinión ni a escobazos.
¡Deja ya la discusión, Paco está como una mula y nunca va a admitir que perdió en el dominó!
Expresión usada para describir a alguien que está extremadamente cansado, como si hubiera pasado todo el día trabajando sin parar.
Después de la mudanza me quedé como una perra en vendimia, no podía ni moverme del sofá.
En Extremadura, cuando alguien dice que va a 'echar un mulón', está hablando de una siesta de las largas. Nada mejor que dormir como una mula después de comer.
Después de esa paellita, voy a echar un mulón que ni las campanas del pueblo me levantan.
Expresión utilizada para referirse a una persona que siempre llega tarde a los sitios, como si el tiempo no existiera o la hora fuese solo una recomendación.
Ese Juan siempre va de cabichi, quedamos a las tres y aparece cuando ya nos vamos.
Expresión que significa probar o dar una oportunidad, como quien da un pequeño sorbo a la bota de vino para ver si está en su punto.
Vamos a dar un tiento a este queso antes de comprarlo; no vaya a ser que lo tengamos que regalar al vecino.
Se utiliza para referirse a alguien que pisa fuerte, tanto literalmente como figurativamente. Ese colega que llega y se hace notar donde quiera que vaya.
El Juan es un zapatón, siempre entra en la fiesta haciendo más ruido que una traca de feria.
Persona con pocas ganas de interactuar, un poco amarga, como pan sin sal. Perfecto para aquellos que tienen el encanto social de una puerta cerrada.
No le invites a Juan al plan, que ya sabemos que es más sieso que el arenero del gato.
Dícese de algo tedioso, interminable o alguien que se enrolla mucho hablando. En Extremadura, un día sin pan es como dejar a un jamón sin patas: inimaginable.
La charla del profesor fue más larga que un día sin pan, ya estaba soñando con la siesta del domingo.
Expresión para decir que se va a hablar o hacer algo sin tapujos, sin reservas, con total sinceridad.
Te lo voy a decir a calzón quitao: ese jersei que llevas es más feo que pegarle a un padre.
Frase usada para describir a alguien que está muy cómodo o relajado, casi en modo sofá-permanente.
Mira a Juan, con la tele encendida y un vaso de gazpacho al lado, está tó pichaíno en el sofá.
Cuando alguien se enfada tanto que casi parece que va a trepar por las paredes. En realidad, suele referirse a ponerse furioso de repente, perdiendo un poco la cabeza.
¡Cuidado con lo que dices de su equipo de fútbol o se subirá por el gásfiter en menos que canta un gallo!
En Extremadura, cuando alguien te dice que no reble, es porque quiere que sigas adelante sin echarte para atrás, aunque pinten bastos.
Ayer en la verbena le dije a Juan que le pidiera bailar a Marta y él se hizo el loco; tuve que insistirle: '¡No reble hombre, ve y aborda!'
Una forma simpática y coloquial de decirle a alguien que no se ponga dramático o no le dé tanta importancia a algo, generalmente con un toque sarcástico.
– Perdí mi bocadillo en el recreo. – Amos, no llores, ya te pillas otro en la cantina.
Forma exagerada y cachonda de decir que algo es muy malo o desafortunado, pero con ese toque 'extremeñizado' al pronunciarlo como 'terribol'.
¡Madre mía, se me ha olvidao el bocadillo en casa... qué terribol!
Expresión que se utiliza para describir la necesidad de tomarse un descanso o parar tras haber trabajado intensamente. En Extremadura, bien saben que hasta el mejor leñador necesita una pausa.
Después de plantar tantas encinas, toca tasar leña y echarse una buena siestecita.
Dícese de una tarde relajada y apacible, perfecta para desconectar con los amigos en el bar echándose unas cañas y disfrutando del tiempo sosegado.
Hoy hace una caló tremenda; me voy a echar un gazpachito pa' refrescarme en la terraza del Serrano.
Se usa para decir que alguien está un poco despistado o medio loco. Algo así como si te hubiera pasado mucho tiempo al sol y se te hubiera recalentuado la cabeza.
¡No me digas que otra vez te olvidaste las llaves! Chico, a ti es que te da demasiado el sol.
Expresión típica extremeña que significa tomarse una siesta. Está inspirada en la forma de balanceo del juguete, evocando el vaivén placentero del sueño.
Despues del cocido, me voy a echar un yoyo. Que con la barriga llena se duerme mejor que entre paja.