Estado de estar llenísimo tras comer como un campechano en la fiesta del barrio, tanto que no te puedes ni mover.
Después del lechón, los pasteles y el arroz con gandules, tengo una jartera que me deja pegado al sillón todo el día.
Sensación de hastío o fastidio total por algo que ya te tiene hasta la coronilla.
Ese curso virtual me tiene en una jartera tremenda, prefiero lavar platos.
Cansancio o aburrimiento extremo.
Después de la jornada laboral, llegué con una jartera que ni podía hablar.
Sentimiento de fastidio o pereza extrema, una forma bogotana de expresar esa sensación cuando algo se vuelve insoportablemente aburrido o pesado.
¡Qué jartera tener que ir a la reunión con el profesor justo hoy que me quería quedar viendo Netflix!